Kevin Cummins & Joy Division

Kevin Cummins es uno de los fotógrafos más prolíficos de la década de los 70. Su fotografía no es simplemente propaganda barata, para vender discos. En sus fotos refleja todo el panorama musical de una época. Ese aspecto desenfocado que le da a sus imágenes le hacen único, sus panorámicas son fantásticas, su imaginación infinita. Tuvo el honor de fotografiar a las mentes más influyentes del ambiente musical del famoso Madchester y la ascensión del movimiento Cool Britania.
Una de sus mejores sesiones es la de Joy Division. Fotografías por Manchester, una ciudad totalmente industrializada, monocromada por un tono grisáceo mezclado con el tradicional ladrillo inglés. Fotografías de unas jóvenes promesas que todavía no habían triunfado pero pronto lo harían. Su fotografía mas famosa es un retrato de Ian Curtis, fumando, serio o mejor dicho concentrado. ¿Quién sabe que estaría pensando en ese preciso instante?
Sin duda, Curtis es una de las grandes figuras de la música inglesa a finales de los años 70. Influido principalmente por Bowie mostró una gran personalidad que dejo pasmada a magnates de la industria musical británica como Tony Wilson. Su primer disco Unknown pleasures es una buena muestra del potencial de este grupo, hicieron dos giras por el Reino Unido y planeaban una gira por Estados Unidos que les hubiese llevado a la fama mundial. Hasta que el 28 de mayo 1980, sufriendo epilepsia y una profunda depresión, Ian se suicidó al sonido de The Idiot de Iggy Pop.
Ian nos dejó como testamento una forma diferente de ver la música. Su voz grave unida con las melodías lúgubres de Joy Division crean canciones épicas.
Si os gusta la canción adjuntada, escucharos The Best of Joy Division u os podéis ver Control, película que muestra el rápido ascenso de el grupo y centrándose, sobre todo, en los problemas que afrontaba Curtis.